Ahora mismo puedo hacer ambas cosas, puedo sonreír porque me siento feliz o puedo llorar exactamente por lo mismo, puedo sonreír para que nadie se preocupe y comerme mis problemas yo solita o echarme a llorar cada vez que quiera desahogarme.
Puedo echarme a llorar porque el chico al que mas quiero en el mundo no está en el hueco que sobra en mi cama, por que no se cuando volveré a besarle o por que estoy realmente saturada, pero ¿qué gano yo con eso? que se me hinche la cara, enrojecer y sobre todo amargar a todas las personas que están a mi alrededor.
Pudiendo disfrutar de la persona mas perfecta del mundo, que me hace feliz, que consigue que cada día esté más enganchada a él, que me saca una sonrisa con cada palabra que sale de su boca, que me pica, que me regaña, que me dice todo lo que le molesta de mi, que me aguanta, que me hace cosquillas, que me prepara sorpresas, que me quiere y que me encanta ¿por que llorar? si mis motivos para sonreír tienen muchisima mas fuerza, porque, ver como él me anima, se ríe de mis tonterías, me pide razones, se estresa, sonríe, se duerme la siesta, se despide por las noches y me da los buenos días me enamora, eso y mil cosas más que hacen de él un chico único, perfecto y ¿lo mejor? que es mio.
Así, mirando todo lo bueno que tiene una persona en su vida, se llega a la conclusión de que la mejor opción es estar siempre con una sonrisa en la cara, ya que ``nunca sabes cuando se van a enamorar de tu sonrisa.´´
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